viernes, 6 de julio de 2018

Te extraño

Basta con mirarte con amor y acogerte en el regazo que nunca fue. Así es como te amo. Así es como te vivo. Así es como te siento.

miércoles, 4 de abril de 2018

Veo cómo te acabas

Veo cómo cada día tu fuerza disminuye, tu mirada se va perdiendo, ves más allá de lo posible. Tu dolor te llevó a un mundo desconocido. Traté de retenerte, a las buenas y a las malas, pero hoy me doy cuenta de que no es posible. Si bien estuve ausente de ti muchos años, estos cinco años han sido lecciones dirarias de amor, de paciencia, de enojos, de incertidumbre, de dolor disimulado.

Hoy te he pedido desde el fondo de mi corazón con lágrimas en los ojos que volvieras, pero me miras con profundidad, como diciendo, tranquila. Sigues ahí, sentada en la silla, intentando dormir. Siento que te desvaneces y me duele, es insoportable este dolor. Quisiera decirte que quiero estar en tu lugar para volver a escuchar tu voz, para verte caminar, sonreír, enfadarte, decir cosas feas. De vez en cuando abres tus ojos y me ves llorando, siento que me dices: ¿Por qué lloras?

Sé que sufriste mucho por mí y que aun así en estos cinco años me has dado la oportunidad de aprender a quererte, valorarte, sentirte tan cerca, pensarte en todo momento, ayudarte, protegerte... ¡Y cuánto me hubiera gustado no verte así!

Recuerdo cuando recién llegué, nos íbamos a tomar algo por ahí, fuimos al centro a tomar chocolate, íbamos a La Olímpica a comprar los sábados, íbamos al taller cada día, hablábamos, repetíamos las sumas y las multiplicaciones, las canciones, me comentabas tantas cosas que me da tristeza un día olvidarlas, llorabas cuando tenía que ir al hospital y te dejaba en el taller, querías siempre estar corriendo las cortinas, barriendo, limpiando... siempre haciendo algo, ahora no puedes hacer nada y tampoco recuerdas ni siquiera que esas cosas se hacen.

Te veo y lloro, mi corazón se derrite de la tristeza. Mis hermanos a su manera aprendieron también a servirte. Eres lo único que nos une y temo el momento que decidas partir. Temo no encontrar una mano de la que agarrarme en las noches y darme cuenta de que estás ahí, calentita, temo el día en el que no tendré que cuidarte y recordar todo lo que sobre el amor y el servicio que me has enseñado.

¡Cuántos miedos y dolor tengo! Y, a pesar de eso, no quisiera verte reducida a nada. Te quiero con toda mi alma.

miércoles, 21 de junio de 2017

De nuevo el Alzeihmer

Tal vez escribo para no olvidar porque sospecho que algún día no recordaré detalles. Bueno, en este momento recuerdo que mi madre fue una persona muy inclinada a escuchar, siempre escuchaba a quién le contaba, ella aconsejaba y apoyaba. Sé que haciendolo nos sentimos bien, que somos capaces de acoger, de proteger, de apoyar. También era una persona muy recursiva, siempre buscaba soluciones, se sacrificaba... Nunca le pregunté qué sentía. Ahora aunque quiera preguntarle no me responderá porque no puede hablar, solo dirá: "Ayayayayay" y yo perderé la paciencia o la acariciaré. No sé más. No logro conectar con ella. Solo, como una persona ciega, voy a tientas tratando de entender sus necesidades primarias, pero nada más. No logro llegar más allá. Eso me hunde en la tristeza. No es mucho lo que puedo hacer, solo continuar.

domingo, 16 de abril de 2017

Las bendiciones de la vida

Cuando se soluciona el pasado, se puede continuar con la vida. Sin saber lo que hacía, me eché una carga encima hace exactamente 17 años y sabía que debía resolverla... hoy fue el día... hoy puedo continuar agradecida por la bondad de otro ser, hoy miro menos al pasado, hoy siento fuerza para mirar con mayor fuerza sin aquello que me debilitaba. Mil veces agradecida.

viernes, 30 de septiembre de 2016

lunes, 30 de mayo de 2016

El Alzeihmer

Mientras cuido a mi madre me doy cuenta que ahora hasta echo de menos sus actitudes y comportamientos que antes me fastidiaban... ¡Cuánto quisiera que me fastidiara! Pero no, todo va disminuyendo.

viernes, 18 de diciembre de 2015

¿Oportunidad?

Ultimamente vivo como cuando es necesario comer primero el plato amargo porque luego vendrán los postres. Frecuentemente vivo con esa sensación: esta vida es el plato amargo y en otra vendrá el plato dulce. El problema es que no sé si hay otra vida.

Te extraño

Basta con mirarte con amor y acogerte en el regazo que nunca fue. Así es como te amo. Así es como te vivo. Así es como te siento.